El tiempo eres tú. Sin tí no hay relojes, no hay vida, las miradas se mueren.
Debajo de mi cama han nacido estrellas, y en otra parte del mundo se derrama un destino
que nunca quiso ser él.
En las gotas de lluvia está la verdad. A mi alma se le ha parado el cronómetro, como a un replicante
que no tiene donde ir.
... Hace ya tiempo que mis sábanas se mancharon con la luz de tus pupilas.
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